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Reconstrucción

Alejandro Medina expone en La Nueva Fábrica, en La Antigua Guatemala.

Evento presencial en La Nueva Fábrica, #55 Plazuela Central de Santa Ana, La Antigua Guatemala.

De viernes a domingo, del 17 de octubre al 17 de diciembre de 2020.

De 12 pm a 6 pm. Hay recorridos privados de 11 am a 12 pm.

Q10 nacionales y Q50 extranjeros. Entrada gratis para los menores de 12 años.

Las instalaciones Atmósferas, Reconstrucción e Intercambio son proyectos que Alejandro Medina desarrolló durante la cuarentena por la Covid-19. Las obras integran la exhibición Reconstrucción, en la que el artista emplea su formación en arquitectura para crear estructuras donde armonizan frágilmente ramas y aluminio.

Los ecosistemas de Medina hablan de la disminución de la biodiversidad en las selvas tropicales, de deforestación y monocultivos. Pero también invita a los visitantes a reconectarse con la naturaleza recolectando semillas para intercambiarlas y plantarlas.

Reconstrucción se puede visitar en La Nueva Fábrica, un espacio de arte en La Antigua Guatemala que brinda apoyo para la exploración creativa, a través de un programa de residencia para artistas, talleres y estudios multidisciplinarios, y galerías para exposiciones y eventos comunitarios. 

La exhibición estará abierta hasta el 17 de diciembre de 2020, los fines de semana. La Nueva Fábrica pide seguir todas las medidas de seguridad e higiene. «Solicitamos que nuestros visitantes revisen los requisitos para ingresar a nuestro espacio antes de su llegada», explica en su web.

Alejandro Medina

Nació en Guatemala (1995). Es artista y arquitecto multidisciplinario. En 2018 obtuvo la licenciatura en Arquitectura de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles. Ha exhibido su trabajo en América, Europa y Asia.

El artista expone desde 2010 y ha participado en alrededor de 40 colectivas. La actual es su cuarta muestra individual en el país. Ha hecho distintas residencias artísticas en Italia, Francia y Estados Unidos.

Medina se inspira principalmente en sus encuentros con la naturaleza. Nacido y criado en Guatemala, creció muy cerca del mundo natural, pasando largos períodos sumergido en selvas tropicales y explorando ecosistemas como los arrecifes de coral.

Alejandro Medina, Reconstrucción (2020). Ramas, aluminio y acero inoxidable. Dimensiones variables.

Su trabajo más reciente trata sobre la relación innata pero complicada que existe entre los seres humanos, la arquitectura, la tecnología y la naturaleza; reflexionando críticamente sobre nuestra explotación y manipulación de sistemas vivos, los seres no-humanos y nuestro planeta tierra en general.


“Cada pequeño paso contribuye a un esfuerzo más grande”

El siguiente es el texto que el curador Philipp Lange escribió en octubre de 2020 en el que se explaya acerca de la propuesta de Medina.


Hoy en día, ciertos productos dominan los mercados globales y van dejando menos espacio para la existencia de otros. La madera de teca es, en su producción, un ejemplo que ha estado saturando los mercados del mundo desde el siglo XX, y a su misma vez contribuyendo a la disminución de la biodiversidad en las selvas tropicales.

En su instalación escultórica Atmósferas (2020) el artista guatemalteco Alejandro Medina hace uso de esta madera omnipresente, una especie que se origina en el sudeste asiático, como pedestales. La forma en la que la madera se encuentra allí, pesada y estable, puede simbolizar su poder económico. Sin embargo, en su función de pedestal brinda la oportunidad de exhibir algo más.

Recipientes de vidrio han sido insertados firmemente unos entre otros sobre los pedestales, cada uno de los recipientes contiene un pequeño biotopo creciendo en su interior. Seis de estas torres están construidas una al lado de otra, cada una representando una especie de árbol nativo a Guatemala.

Las esculturas se elevan escultóricamente sobre nuestras cabezas y hacen recordar la presencia de árboles. En estos tiempos, con el aumento de la deforestación y del cultivo de monoculturas, algunas de estas especies están en riesgo de extinción en su hábitat natural.

Adentro de Atmósferas, los árboles parecen estar protegidos, mientras simultáneamente se pueden observar en su proceso de crecimiento, confrontando a los visitantes con la belleza de la naturaleza y al mismo tiempo con su fragilidad.

Alejandro Medina, Atmósferas 03 (2020). Teca, vidrio, aluminio, acero inoxidable, acrílico, suelo, agua y semillas de árboles. Dimensiones 15x15x200cm.

Debido a las diferentes proporciones de tierra, semillas y agua dentro de cada uno de los recipientes de distintos tamaños, no todas estas plantas podrán sobrevivir su germinación. El tiempo y la paciencia son necesarios para encontrar el equilibrio adecuado para que puedan florecer ante nuestros ojos.

Con el apoyo de estructuras imponentes de aluminio, que mantienen a las frágiles torres unidas, se hace ver la aparente necesidad de una estructura artificial para lograr la reconstrucción de un ecosistema natural.

Además, con estas esculturas, Medina hace referencia a los Wardian Cases, recipientes sellados para transportar plantas que fueron inventados en el siglo XVII. En el período histórico del colonialismo, estos terrarios se utilizaron para llevar plantas de un continente a otro.

Formado en arquitectura Alejandro Medina ha desarrollado una fascinación por la organización de estructuras  naturales. Los llamados L-Systems sirven de inspiración para su espaciosa instalación Reconstrucción (2018-presente).

Estos sistemas matemáticos, inventados a finales de los años sesenta por el biólogo húngaro Aristid Lindenmayer, se utilizan hoy en día como algoritmos para generar fractales y para crear modelos digitales del proceso de crecimiento de las plantas.

Alejandro Medina, Atmósferas 01, detalle; (2020). Teca, vidrio, aluminio, acero inoxidable, acrílico, suelo, agua y semillas de árboles. Dimensiones 15x15x200cm.

Para lograr comprender de forma más profunda, cómo funciona la geometría de las ramas en la naturaleza, el artista ha pasado del mundo digital al análogo. Por primera vez en 2018, construyo un árbol nuevo con ramas de distintos árboles que recolecto en un bosque cerca de su casa. El nuevo árbol consistió de ramas reales y de pequeñas columnas de aluminio,

Reconstrucción, su actual instalación, se despliega desde el piso de la galería La Nueva Fábrica, como fuese una alfombra voladora. La instalación es muy frágil: las ramas ligeras se balancean delicadamente sobre las columnas de metal y son montadas sin ningún tipo de adhesivo. El mínimo movimiento, e incluso un cambio en el aire, pueden destruir la frágil estructura.

A través de esta inestabilidad provocada, Medina no solo enfatiza, sino que vive la deficiente relación entre el ser humano y la naturaleza de una manera verdaderamente meditativa: como parte del proceso artístico, el artista cuida a la instalación y se toma el tiempo para su reconstrucción después de cada caída.

Al estar físicamente y repetidamente en contacto con las ramas, se encuentra en un proceso constante de aprendizaje, por ejemplo, al necesariamente tener que batallar contra la gravedad mientras construye. Una nueva posición estable parece siempre ser rastreable, pero toda la estructura nunca va a verse igual.

Alejandro Medina, Atmósferas 03, detalle; (2020). Teca, vidrio, aluminio, acero inoxidable, acrílico, suelo, agua y semillas de árboles. Dimensiones 15x15x200cm.

Cada “reconstrucción” es un nuevo intento de detectar oportunidades nuevas en lugar de adherirse a lo que antes estaba. ¿Puede cada colapso ayudarnos a construir una vida nueva y quizás mejor?

La reflexión sobre este aparente equilibrio perdido, nos lleva a Intercambio (2020), una instalación que puede entenderse como una propuesta y una invitación directa a los visitantes. Consiste de un banco de semillas comunitario que invita a dar, recibir e intercambiar todo tipo de granos.

¿Dónde le gustaría plantar un árbol? ¿Con qué semillas le gustaría contribuir? La colección inicial de semillas proviene del propio artista y de una serie de donaciones del banco de semillas del Instituto Nacional de Bosques (INAB), pero el inventario en sí, va a estar cambiando durante la duración de la exposición.

Al participar, Intercambio invita a los visitantes a ponerse en contacto con la naturaleza: a recolectar semillas, intercambiarlas, plantarlas y a cuidar de ellas durante su crecimiento. Por lo tanto, la obra de arte tiene como objetivo crear conciencia sobre la naturaleza.

Se ofrece en línea un listado que será constantemente actualizado con más información sobre todas las semillas disponibles (ver código QR). Lo que a primera vista puede parecer una experiencia individual es de hecho un proyecto colectivo. “Cada pequeño paso contribuye a un esfuerzo más grande”, dice Medina.

Alejandro Medina, Intercambio (2020). Vidrio, acrílico y semillas de árboles. Dimensiones variables.

Compartir y cuidar son características de la cosmovisión del artista. La idea de este proyecto se desarrolló durante su cuarentena del coronavirus, donde empezó a pasar más tiempo en el jardín de su casa. Durante este tiempo no solo observo más de cerca la naturaleza, sino que también comenzó a coleccionar semillas.

Como un proyecto familiar, cientos de semillas recibieron una oportunidad de vida al ser plantadas cuidadosamente en macetas, ser cuidadas durante el periodo de cuarentena y luego entregadas a vecinos y amigos. Este gesto convertido ahora en una obra de arte, y siendo exhibido en una galería, se convierte en algo más que solamente un intercambio privado.

Dicho intercambio también plantea preguntas sobre el papel de los museos y las instituciones de arte. ¿Cómo pueden contribuir a una sociedad más solidaria, equitativa y ecológicamente consciente? Con su participación en Intercambio, La Nueva Fábrica da un primer paso: se plantarán algunos de los árboles que están creciendo dentro de la instalación en el jardín de este espacio de arte.